lunes, 14 de diciembre de 2009

lunes, 30 de noviembre de 2009

viernes, 27 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

MANSA MUSA

Un hijo de Abu Bakary II, Kankan Musa, que reinaría entre 1312 y 1337 y que ha pasado asimismo a la historia como Mansa Musa, se convertirá en la segunda mitad del siglo XV, a decir de los historiadores árabes Ibn Batuta e Ibn Jaldun, en el más importante soberano negro de su tiempo, no sólo por su prudencia y poderío, sino por la fastuosidad de su corte. Su enorme Imperio abarcaba desde el desierto hasta la selva y desde el Atlántico hasta el este del recodo del Níger. Mantenía continua relación con Egipto y, según Ibn Batuta, un tráfico que ocupaba unos 12.000 camellos circulaba anualmente desde Mali a El Cairo y viceversa. En 1331, al subir al trono Abu El Hassan, el nuevo sultán de Marruecos, Kankan Musa, le remitió a Fez ricos presentes a los que correspondió el sultán marroquí con una embajada que a su vez le llevó suntuosos regalos. Tanto la tradición como la historiografía recuerdan la peregrinación de Kankan a La Meca (1324). La expedición estaba integrada por una enorme e interminable caravana, integrada por notables con sus esclavos y prolija impedimenta, a la que se sumaba gran cantidad de oro. El viaje a Arabia se llevó a través de los campamentos de Argelia, donde dejó asentados a varios de los componentes de la caravana. En El Cairo, Kankan se significó por sus adquisiciones, entre las que se contaban numerosos códices jurídicos. Allí pudieron conocerle varios mercaderes venecianos que llevaron su fama a Europa y cuyo relato posiblemente inspiró el célebre mapa del mallorquín Abraham Cresques, en el que se presenta el África occidental con expresa representación de Mali -Malli- y su señor de los negros. En La Meca ofrendó 20.000 zequíes de oro y se hizo legendario por sus pródigas gratificaciones. El oro que llevaron llegó incluso a depreciar el áureo metal. Su prodigalidad llegó al extremo de tener que pedir créditos para regresar.
Con Kankan Musa se crea un puente cultural entre el mundo negro y el mundo árabe, ya que su talante y poderío atrajeron a orillas del Níger a numerosos sabios y letrados blancos que llevaron consigo el saber árabe.
A su corte llegaría el poeta y arquitecto Es-Saheli, renovador de la arquitectura sudanesa que reconstruyó Tombuctú con edificios que recuerdan un tanto a las creaciones mudéjares hispanas. Por otra parte, con Kankan se desarrollaría un gran comercio transahariano que llegó a monopolizar. Precisamente con objeto de regularizar tal comercio, incorporaría Gao a su imperio. Su importancia se subraya sólo con decir que varios antiguos monolitos funerarios encontrados en Gao fueron insculpidos en la España musulmana y llegaron allá a través de las rutas caravaneras.
Mansa Musa era descendiente de un familiar del fundador del imperio, Sundiata Keita, y gobernó cuando Malí era la fuente de casi la mitad del oro del mundo conocido. Musa era un musulmán devoto, y bajo su mando se potenciaron los estudios islámicos. Capaz de leer y escribir árabe, se interesó por la ciudad universitaria de Tombuctú, hasta que la anexionó pacíficamente en 1324. Con Musa como benefactor, la Universidad de Sankore en Tombuctú alcanzó su auge. Los artesanos y los eruditos del mundo islámico acudieron de todos los reinos para recibir educación en los gremios y las madrazas de Sankore.El hecho más conocido de su reinado fue su Hajj a La Meca, que comenzó en 1324 y concluyó en 1326, y durante el cuál entablo relaciones diplomáticas con Túnez y Egipto. Cuando atravesó El Cairo en julio de 1324 iba acompañado por una caravana de miles de hombres y cerca de cien camellos que transportaban tanto oro que la economía norteafricana tardó una década en recuperarse de la inflación que provocó.1El historiador árabe al-Umari registra que Musa era tan generoso que se quedó sin dinero y tuvo que pedir un préstamo para poder costear el viaje de vuelta. El viaje de Musa, y especialmente su oro, llamó la atención de los reinos musulmanes y cristianos.Durante este viaje, conoció y contrató al poeta y arquitecto andalusí Abu Haq Es Saheli, para embellecer algunas de sus ciudades. Construyó la mezquita de Gao, la Mezquita de Djingareyber y diversos palacios en Tombuctú. En Niani, Musa construyó un edificio de audiencias siguiendo el modelo de las que había visto durante su viaje: cubierta con una cúpula, decorada con arabescos y con las ventanas cubiertas de oro y esmaltes, donde recibía en medio de un rígido protocolo. En el momento de su muerte en 1337, Malí añadía el control de Taghazza, un lugar de producción de sal en el norte, que consolidó su Hacienda.2 En 1352 Ibn Battuta3 pasó un mes en la corte real del Mansa. Más tarde describiría una sociedad en la que la práctica del islam estaba integrada con los rituales religiosos locales. Durante su visita a Niani, Battuta escribió: En los días festivos acuden los poetas. Cada uno está dentro de una figura similar a un tordo, hecha de plumas, que cuenta con una cabeza de madera y un pico colorado, para parecer la cabeza de un tordo...

jueves, 19 de noviembre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

miércoles, 11 de noviembre de 2009

martes, 10 de noviembre de 2009

lunes, 9 de noviembre de 2009